No todo está resuelto con el crecimiento espiritual, al menos no como muchos creen

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Hace un tiempo, en un artículo publicado en Argos hablé sobre los tipos de buscadores espirituales. Entendiendo como buscador espiritual a todo aquel que busca comprender y aplicar a su vida enseñanzas que le lleven a crecer como ser humano, superar sus defectos y conectarse con algo más que el mundo material. 

En esa búsqueda usualmente es el inicio de un proceso de crecimiento espiritual que moviliza una serie de de cambios internos y externos en la vida. A medida que nuestra vibración cambia de nivel, cambian también muchos intereses, gustos y conductas. Por ende, muchas personas salen y otras entran a nuestro entorno.

En defintiva, se produce una transformación, a menudo paulatina, de nuestras circunstancias de vida. Mantenerse en la senda espiritual atendiendo a mismo tiempo las situaciones del mundo en 3D (tercera dimensión o plano físico), nos lleva a constantes vaivenes vibratorios

No es fácil estar 100% en una rata vibratoria alta estando en un cuerpo 3D. Habrá momentos en que, para resolver la vida diaria, se opera en un rango más bajo. Pero la idea es no estancarse en esos niveles vibratorios densos. 

En ese esfuerzo vamos experimentando avances y logros -visibles y no tan visibles- que se evidencian en la forma cómo llevamos nuestra vida. 

Sin embargo, existen un conjunto de creencias falsas sobre las implicaciones de ese proceso de crecimiento espiritual. 

Ocurre usualmente cuando los demás (y hasta uno mismo) se ubica en el rango de «experto espiritual».  Todo esto, tomando en cuenta que se puede estar ejerciendo el rol de consejero, ayudando a otros que se inician en este camino. Un papel que puede desencadenar el empoderamiento del llamado «ego espiritual». 

Veamos aquí algunas de esas falsas creencias que muchos tenemos sobre lo que se puede lograr con el crecimiento espiritual: 

No tengo ningún problema


Sí, muchos de nuestos problemas pueden resolverse con trabajo espiritual. Comprender como operan las leyes espirituales y aprender a tener una visión superior de los hechos que ocurren en esta dimensión, ayuda a enfrenta las circunstancias difíciles de la vida.

Pero el proceso no está exento de retos. Avanzar en el camino espiritual brinda herramientas para enfrentar los hechos. Eso no significa que siempre la solución implique el logro de los deseos del yo inferior(la personalidad). Es probable que muchas veces la solución sea renunciar a un deseo y aceptar algo que a nuestro yo  no le gusta.   

Entonces los problemas sí se resuelven y lo ideal es que siempre sea en función del mayor bien superior, no del ego inferior. Pero eso no quiere decir que no se presentarán más situaciones difíciles. Siempre habrá retos de vida que el alma busca enfrentar y de los cuales quiere aprender en cada encarnación. 

De eso se nutre el alma, de los aprendizajes de vida. De ahí la recomendación de preguntarse siempre: ¿qué es lo que tengo que aprender de este experiencia?


Mi cuerpo energético está libre de bloqueos 

Así como el crecimiento no me libera de enfrentar problemas, tampoco impide que haya bloqueos en nuestro campo energético. 


Ciertamente, el trabajo espiritual, ese que implica meditar, orar, leer, reflexionar y hacer ejercicios espirituales de forma constante, lleva a un crecimiento que va liberando al aura de bloqueos. Eso es necesario para armonizar los chakras y limpiar los cuerpos sutiles. 

No obstante, el trabajo con el campo energético es un labor de vida. Como se explicó en un artículo de esta web procesar las energías para el avance espiritual requiere conocer cómo opera la anatomía energética. El funcionamiento parte de fase de metabolización de energías, para pasar a otra de sutilización energética

Lo anterior significa que, primeramente, los chakras y el aura movilizan las energías necesarias para que el cuerpo físico-etérico funcione. Luego, hay un grupo de energías que son dinamizadas por nuestras emociones, pensamientos y creencias, las cuales deben transmutarse desde planos más densos a planos más elevados. 

Es en esta última parte donde encontramos otro reto: conocer y aprender a manear nuestros cuerpos emocional y mental. Es un trabajo a realizar desde que encarnamos hasta que desencarnamos

Y si bien podemos elevar nuestra rata vibratoria, siempre habrá procesos emocionales y mentales que resolver. Se van enfrentando y sutilizando por capas a lo largo de la vida (bien vale analogía con pelar una cebolla porque siempre van surgiendo nuevas capas). 

Así, el logro de un campo energético sano y totalmente libre de bloqueos es otro trabajo de vida. Para alcanzarlo tenemos a disposición una gran cantidad de herramientas espirituales.   


No necesito la ayuda de otros

Este es uno de los mitos que deriva del empoderamiento del llamado «ego espiritual». Ese que hace que muchos trabajadores de la luz se crean superiores a otros o piensen que han llevado a tal nivel que no necesitan de los demás. 


Si bien la independencia y la capacidad de enfrentar problemas por sí solo son caracterísitcas necesarias para el crecimiento espiritual, también se debe aprender a trabajar con el entorno desde nuestros puntos débiles. Y esto implica pedir ayuda cuando se necesita y saber que todos tenemos un «punto ciego», un  elemento que dificulta el autoconocimiento real.

¿Necesito a otros para el autoconocimiento? Pues sí, a pesar de que tiene que ver con conocernos a nostros mismos en dimensiones físicas y espirituales. Conocernos también  requiere confrontar la visión que los otros tiene de nosotros, siempre y cuando la intención de esa persona sea ayudar. 

Por eso, si te consideres un terapeuta muy experimentado y sientes que tienes un gran nivel espiritual debes tener la suficiente humidad para pedir ayuda y permitir que la visión de otro te ayuda a utilizar las herramientas disponibles para la sanación y desarrollo espiritual.

Debo tener mucho dinero, amor, salud y bienes materiales para demostrar «mi avance espiritual»

Este punto es sencillo de explicar pero difícil de asimilar. Se deriva de la falsa creencia de que con crecimiento espiritual se eliminan los problemas y el campo energético queda libre de bloqueos. Pensamos entonces que nosconvertirnos en una especie de maestro o gurú con capacidad de manejar las energías a nuestro favor (mejor dicho a favor del ego inferior).


De ahí el mito de que ese crecimiento se hace tiene que hacer evidente a través de la manifestación de riquezas y la obtención de bienes, incluyendo éxito en el amor y en la salud. Una creencia vinculada al paradigma materialista que domina a la sociedad, que equipara el éxito y la felicidad solo a las ganancias materiales.

Como dije más arriba, los retos de alma siempren están ahí, así como las programaciones que nuestra alma debe enfrentar, y el karma (ley de causa u efecto) que tenemos que resolver en cada encarnación. 

Y si bien el apoyo que recibimos de seres de luz de otras dimensiones nos ayudará a solventar problemas, no irá nunca contra las leyes espirituales ni en contra de nuestro libre albredrío. 

Entonces, sí, hay garantías de que tendremos siempre lo necesario. Lo que no siempre significa que seremos multimillonarios y tendremos grandes lujos y bienes materiales. 


Escrito por Glenda González 
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