Mensaje angélico para Venezuela: ¿Por qué no pueden ver la luz?

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Habla Raziel:
Hay muchos mensajes provenientes del astral que auguran experiencias muy negativas para su contexto (Venezuela como país).  No solo provienen de las personas que se dedican a hacer predicciones, sino también quienes hacen análisis y estudios lógicos desde las disciplinas que manejan: la política, la economía, etc. Una gran mayoría se enfoca en ellos.
Los medios de comunicación los difunden, las masas reciben esos mensajes y los toman como la verdad de lo que va a ocurrir y guiados por lo que experimentan y por por el miedo que sienten, toman sus «previsiones»: adquieren y adquieren cosas, se quejan y viven temerosos. Todo esto se complica porque el inconsciente colectivo repite y refuerza la negatividad.
 

Si se concentran en ver la oscuridad se hace más difícil ver la luz

 
 
Queridos, desde aquí podemos ver su contexto y ustedes se ven como destellos bamboleantes, corriendo asustadas de un lado a otro.
Los cuerpos astrales vibran de forma desarmónica y cambian entre miles de tonalidades oscuras y sin brillo. Incluso quienes vibran más rápido, con más luz en sus campos, tienen momentos (unos más breves que otros) en que sus auras se mimetizan con las de la mayoría.
 
Así está el campo astral de su país: observamos un maremágnum de colores sin brillo: grises, negros, marrones, rojos y todo tipo de tonalidades oscuras.
Esos colores lo generan con sus emociones, y con ello conforman el 80% del campo astral de su país. Ahora bien, tomen en cuenta lo que digo: se trata del campo astral, y este campo es solo una parte, no la la totalidad. Incluso esa parte tampoco es el astral total, pues tan solo la totalidad astral es algo inimaginable para sus sentidos.
 
 
Digamos entonces que solo pueden ver una pequeña porción del astral, y de paso la ven desde unas pequeñas ventanas: una de ellas es el mundo físico y la porción de realidad física que observa cada quien y analiza desde sus sentidos físicos; la otra es el mundo astral y la pequeña porción de él que pueden captar los psíquicos o clarividentes astrales.
 
Súmenle a eso que las angustias, miedos, rabias, codicias, desesperanza, impaciencia y odios convierten esa porción del astral en una nubosidad muy, muy oscura, tan densa que es casi impenetrable; compárenlo con los momentos en lo que se asoman a una ventana y quieren ver el sol pero éste se halla tapado por nubarrones oscuros.
¿Dirían entonces que no hay sol en ese momento? No, porque saben que realmente el sol está ahí, solo que tapado por las nubes grises.
 
 
Obviamente desde todas estas perspectivas es muy difícil ver la luz…
Digo esto para que comprendan que solo están viendo parcialidades, no la totalidad, al igual que sucede cuando observan un paisaje desde una ventana, solo pueden ver la perspectiva que les permite la abertura de la ventana. Consideren esto. Incluso en su mundo físico, nunca pueden ver la totalidad de un paisaje…
 
Amados, traten de verlo todo desde distintas perspectivas, sabiendo que hay muchas que ustedes no pueden percibir, que no comprenden pero que existen,  para que así entiendan que solo miran una porción de la verdad. 
 

La realidad es inmensa, inabarcable para los limitados sentidos que poseen, incluso para quienes tienen percepción extrasensorial.

 
Habla Jophiel (mostrando una luz amarilla con brillo destellante): 
 

¿Y cuáles son las otras perspectivas?

 
Otra perspectiva es ver las cosas desde el astral superior y planos más elevados. Muchos de ustedes, con eones de existencia y evolución, son capaces de ubicarse en estos planos en determinados momentos de meditación y en canalizaciones, y a muchos de ustedes les ayudamos mostrándoles  algunos paisajes superiores.
Si logran traspasar las nubosidades de su contexto (país), desde miras más elevadas la perspectiva es totalmente distinta, casi que opuesta a la que muestran las ventanas del astral inferior y del mundo físico en el que se desenvuelven las mayorías.

Su contexto (país) pasa por un momento de limpieza, de despeje. Desde planos lumínicos hay muchos seres trabajando por ello.

 
Energéticamente la zona donde viven es uno de los puntos terrestres que está cambiando aceleradamente su vibración magnética, al ser un nuevo vórtice energético del planeta, lo que acerca el plano físico al plano astral, y al mismo tiempo a los planos más sutiles.
El amado Miguel es el arcángel encargado de realizar esa labor, y con su flama y sus legiones trabaja en la limpieza de esos puntos.
 
En las perspectivas superiores puede apreciarse cómo esas dos dimensiones están cada vez más unidas en algunos puntos terrestres, entre ellos su contexto.
Justamente esos puntos sufren un choque por la fusión de energías astrales, etéricas y físicas (todo mezclado) lo que genera una especie de caos, confusión y crisis, todo en aceleración.
 
Pero en medio de ese caos -y aunque parezca increíble-  el acercamiento a planos lumínicos es mayor, «solamente hace falta que se despejen los nubarrones y se podrá ver el sol».
Si a ello le agregamos que sus campos emocionales generan más energía densa y muchos seres se aferran a la oscuridad, el trabajo de despeje se hace más difícil y se alarga el proceso.
Por ello, desde su visión parece que la cosa no se acaba, que cada vez es más grave, que todo empeorará, y que «no hay luz al final del túnel.»
 
Ciertamente, así es muy difícil ver la luz, pero ello no significa que la luz no está ahí, pronta y dispuesta a manifestarse.
 

El reto consiste en ayudar al proceso de despeje de los nubarrones en vez de complicarlo

 
Lógicamente ello  implica vivenciar algunos momentos difíciles para ustedes, en su plano físico y astral, pero si se anclan en su mundo terrestre y aprenden a conectarse con lo superior (con los pies en la tierra y la cabeza en el cielo), podrán ver por otra ventana y darse cuenta que  más allá de las nubes astrales que cubren su contexto, está muy cerca la luz.
 

Solo tienen que ayudar a que la luz se haga visible, esforzándose por no conectarse con las energías oscuras del bajo astral, siendo pacientes para dejar que el proceso se cumpla en su debido tiempo y manteniendo siempre la conexión con Dios.  Invoquen a Miguel y a su roja flama y ayúdenlo a despejar las nubes que cubren su país.»

 
 

canalizado por Glenda González / 22-04-15